lunes, agosto 23, 2010

Taking Chances



Últimamente ando con una gran disociación temporal. Siento que los tres últimos años han sido casi cincuenta meses. Una sensación de mucho tiempo pasado. El camino recorrido es otra cosa.

Un meta porque mis egos y mis yo se tiran el frizby de la culpabilidad. Es un juego hacerlo, y quien pierda poco importa, pues es un juego de niños inocentes que toman once con grandes e hirviente té. Mi contador es relativamente sagaz, cada cierto mes me envía el balance de mis facturas. Suelo ser presa de los intereses, así como suelo ser cazador de conveniencias textiles.

Si bien “no he descubierto mi futuro” aún, es cierto que no saben tanto de mi pasado. Seguramente “no sé mucho de tu vida” y tampoco “sé mucho sobre tu mundo”…pero eso es lo que me atrae, lo que desconozco conociendo algo que conozco cuando conozco para desconocerme y conocerte.

Así pues, te reto nuevamente a tomar riesgos.

miércoles, agosto 18, 2010

Toque mágico



Hay noches como esta donde simplemente la sonrisa es falsa

Hay noches como esta donde la mirada tiembla

Hay noches como esta donde aparecen esos recuerdos que son fantasías

Hay noches como esta donde encuentro a ese sujeto sin rostro

Hay noches como esta donde deseo un beso

Hay noches como esta donde quiero un toque mágico

Hay noches como esta donde sólo me resta creer en un hada

Hay noches como esta donde escribo en silencio

Hay noches como esta donde mi propio abrazo no es suficiente

martes, agosto 17, 2010

Volvió a acechar en mi mente la palabra


Es común que uno comience a buscar en su ascendencia dotes y costumbres. De lo que sé de la familia de mi padre, aún no encuentro a nadie que heredó sus ojos celestes. Mi madre más de una vez dijo que saqué los ojos de su progenitor.

Hace muchos años atrás, se corrió el rumor de que una de mis tantas tías había visitado a una certera bruja. Esta señora adivina señaló que habría un primo sería un escritor y que otro sería un gran atleta. El primero aún no alcanza los treinta años y creo que con suerte escribe en tarjetas para fechas especiales; el segundo sólo tiene la facha espigada de deportista. Quizás los años me demuestren que esa bruja sí acertó.

Ayer falleció un tío abuelo. Y hasta dónde sé, el único real escritor en lo que conozco de mi familia. Sin la mención honrosa a otra tía quien infidenció alguna vez que participaba en un blog femenino y en Santiago En Cien Palabras. El tío de mi madre publicó más de alguna vez, siquiera sé si con editorial, aunque sólo tengo certeza de un libro de poesía. No lo he leído, pero quiero hacerlo. Estoy seguro que más de una sorpresa me encontraré, y con el nivel de sensibilidad de estos días, leeré más de un verso con la vista nublada.

Su recuerdo me llamó esta noche a escribir.

No es tan simple comenzar y hablar de mi corazón. De partido, debo admitir que me carga como suena la palabra. Ya partimos así, Amorío 1 – René 0. Por lo mismo es que suelo añadirle otra palabra que cambié su sentido y sea más representativo de moi. Por ejemplo, “puto corazón”.

Le busco pareja hasta a mis palabras, y yo…

Menos docenas de meses atrás, un comercial que hizo La Red para promocionar la archirepetidísima serie Sex And The City, la típica voz empastada del locutor emitió frases que hasta el día de hoy recuerdo. “Cuatro mujeres muy diferentes, pero con algo en común…la búsqueda del amor”. Cuando pronunciaba la medular última palabra, en la escena aparecía la señorita Bradshaw caminando en cámara lenta, con sus perfectos rulos agitándose producto del pesado paso en sus high hells. Aparte de golpearme la imagen, como si me tiraran un frisby con las C enganchadas de Chanel y recordar lo que puede hacer un buen shampoo en un pelo ondulado…rompía mi imagen de la serie como amistad incondicional post 35 años.

Todo es acerca de esas cuatro letras. Todo. Sea cual sea.

"Manteniendo viva la chispa"


Hubo un concurso en Facebook para ganar entradas para la avant premiere de Sex And The City 2. Se trataba de escribir bajo la siguiente premisa "Manteniendo viva la chispa", en sólo 150 palabras. Como quería ganar, me las dí de Carrie Bradshaw y esto salió. No gané nada, pero mi ego escritor se sintió injustamente defraudado al leer mamonerías y nada al estilo neoyorkino de la serie.


Tenemos claro que muchas veces mantener la chispa se relaciona con un gesto romántico y luego apasionado sexo. Pero eso suena tan noventero como dibujarse el lunar de Cindy Crawford. Ahora, eso ya no es creativo. Intentar poses extrañas del Kama Sutra tampoco.

En una era donde decimos “Te Quiero” por Facebook y hacemos tan pública nuestra relación como tienda con descuentos, sorprender es algo que nos sorprende hasta imaginar. No hablamos de acciones al estilo Hollywood como contratar un avión para que escriba el nombre de nuestro ser amado. Ahora, desde un disfraz erótico hasta un improvisado viaje a la playa son medidas que sacan más que sonrisas.

Mantener la chispa es clave, y no para que la rutina consuma la relación, sino porque cuando ocupas el mismo pañuelo con esos lindos zapatos pierden brillo, como tu pareja.

¿Soplar ese fuego en la relación es un deber o una entretención?

martes, agosto 10, 2010

Acaba el show



Kathy tiene razón
Aparece y desaparece de una vez
Cansado estoy de subir y bajar el telón
Limpieza del escenario frente a los tomates arrojados
Tu número no saca aplausos
Vete de este festival y (por favor) deja espacio para el siguiente
Porque siempre hay siguiente
Y siempre encontrarás quienes te aplaudan